¿Por qué te Cuesta Tomar Decisiones?

Por Taty Espitia Nieto

Para muchas personas tomar decisiones es lo más perturbante y desafiante. Pero, para otras es como cerrar y abrir los ojos, ¿qué es lo que hace que para algunos sea angustiante y para otro fácil y sencillo?

Empezaré contándote tres razones por la que te cuesta tomar decisiones:

  • Le temes a las equivocaciones: piensas que eres un fracasado o poco capaz, aquí vale la pena preguntarte, ¿cómo has vivido en tu vida los errores?, ¿qué pasaba, por ejemplo, en tu familia cuando alguien se equivocaba, había castigos, reproches o críticas? Puede pasar que, a nivel laboral, la empresa para la que trabajas, los errores sean castigados, se arme toda una batalla campal cuando alguien se equivoca y por supuesto en este contexto te costará tomar decisiones, te verás obligado a consultar con tus jefes lo más mínimo.
  • Poca confianza en ti: cuando no hay autoconfianza te ves afectado en decidir, esto suele pasar porque hay poco conocimiento de ti mismo, seguramente desconozcas tus talentos, lo que deseas, cuáles son tus habilidades y limitaciones, tener consciencia que hay cosas que son fáciles para ti y otras que son complejas te permite ir conociéndote.
  • No hay claridad hacia dónde quieres ir: por supuesto, si no sabes hacia dónde vas, cuando aparezcan ofrecimientos u oportunidades, qué te suenen atractivas, dudarás. Cuando no sabes lo que quieres, las decisiones están llena de angustia o de prisa. Por el contrario, cuando tienes claro hacia dónde ir, las decisiones por tomar serán menos angustiantes y más conscientes.  

Te dejo un video donde hablamos del tema:

Es importante tener en cuenta que hay momentos que es desafiante tomar decisiones, esto dependerá de las situaciones y contexto. Decidir si ir a una fiesta, qué comerás, si compras o no un vestido, si almuerzas a las 12 o a las 14 horas, son situaciones que para muchos se vuelven el diario vivir y terminas decidiendo ágilmente y de acuerdo a los compromisos que van surgiendo en el día a día, estas, les llamo situaciones no trascendentales. Ahora, hay decisiones que, son trascendentales, ¿me caso o me quedo soltera, vivo sola o en pareja, tengo hijos o no, me voy a vivir a Singapur o a España?, ¿me quedo en la empresa en la que he trabajado por 10 años o me voy?, son situaciones que te invitan a reflexionar en los pros y contra. Ameritan detenerte y preguntarte, ¿qué quiero y hacia donde deseo ir?

Lo cierto es que sea cual sea la decisión que tomes, será el tiempo quién de evidencia si fue o no la correcta, pero inclusive, si no fue la mejor decisión, habrá algo que siempre te llevarás contigo y es el aprendizaje. Hasta tomando la decisión incorrecta, te puede traer cosas inesperadas y positivas, por esto, es fundamental la actitud que tomes antes la situación que vivas.

Y tú, ¿qué has aprendido de las decisiones que has tomado?

(Publicado en Tu Lado Edificante y etiquetado como , , , , , .)

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